lunes, 22 de febrero de 2016

Umberto Eco, un gran vacío en las letras y en el periodismo

Siempre se mueren los mejores. Umberto Eco acaba de fallecer, dejándonos un valioso legado intelectual. No puedo reprimir la nostalgia al abrir La estructura ausente, un libro que yo leí a comienzos de los años 70. Mi edición de Lumen está subrayada a lápiz, con abundantes notas y algunas páginas se caen al manejar el volumen.

He disfrutado mucho con sus textos, especialmente con las novelas El nombre de la rosa y El péndulo de Foucault, pero también con sus libros sobre semiótica y comunicación. Eco poseía una mirada penetrante para desvelar los aspectos ocultos de la realidad y para hacernos reflexionar. 
PEDRO G. CUARTANGO